El turismo dio un salto en el fin de semana XL

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Desde el jueves 1.650.000 turistas y 2.623.500 excursionistas recorrieron el país, generando un movimiento gastronómico, hotelero, comercial y cultural muy bueno. Nunca un octubre se había visto tanta gente viajando, lo que deja un panorama muy alentador de lo que podría ser el verano. Es que el décimo mes del año siempre fue un termómetro de la temporada estival. El fin de semana XL por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural movilizó a 4.273.500 turistas y excursionistas, que gastaron en forma directa $17.718,5 millones en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional.

Fue el penúltimo feriado largo del año, y el que suele interpretarse como anticipo del verano. Por eso fue tomado con mucho entusiasmo por el sector. Los bajos niveles de contagio y el programa Pre-viaje fueron dos factores determinantes en las mini vacaciones, aunque también la acumulación de mucho tiempo sin viajar.

En total se movilizaron 1.650.000 turistas, 55,7% más que en el mismo fin de semana largo de 2019. El aumento se explica tanto por la necesidad de viajar de las familias luego de tanto tiempo en confinamiento, como porque este año el feriado tuvo un día más. Con un gasto diario de $2.700 cada uno y una estadía media de 3,3 días, los turistas gastaron $14.701,5 millones en forma directa, 334,5% más que en 2019.

Completaron el fin de semana 2.623.500 excursionistas, que se desplazaron de una ciudad a otra a pasar el día. Con un gasto promedio de $1150 per cápita, se estima que gastaron $3.017 millones en forma directa.

Las condiciones climáticas fueron variadas, con nubles, sol y pronósticos de lluvias en algunos destinos. Pero nada de eso frenó las decisiones de viajar.

Las rutas quedaron desbordadas de autos y colectivos. Lo mismo que las terminales y aeropuertos. En el caso de las rutas, incidió la menor oferta de vuelos y que los camiones no respetaron sus restricciones de circulación en el inicio de los feriados. Las salidas de la Ciudad de Buenos Aires quedaron colapsadas jueves y viernes, y en las rutas a la Costa Atlántica, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires ordenó levantar los peajes debido a las demoras por el intenso movimiento.

Nueve provincias tuvieron ocupación plena. Fueron Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Salta, San Luis, Chubut, Catamarca, Jujuy y Corrientes. Mientras que los principales destinos fueron: Bariloche, Iguazú, Mar del Plata, Villa Gesell, Ushuaia, Calafate, Salta, Villa Carlos Paz, Mendoza, Puerto Madryn, el Partido de la Costa, San Martín de los Andes, San Salvador de Jujuy, y Gualeguaychú.

Fue muy notoria la necesidad de las familias por volver a viajar. Incluso se pudo observar que, a diferencia de otras veces, la gente no fue buscando eventos o fiestas, sino descanso, recreación y distracción.

En la Patagonia, se podían ver filas de autos, camionetas, casas rodantes, motos y colectivos en las rutas y las estaciones de servicio colapsadas. En Entre Ríos, algunas ciudades sumaron el jueves como feriado religioso, y armaron así un fin de semana XXL, lo mismo que en Jujuy.