La bala perdida que mató a una joven en Moreno salió de la pistola del detenido

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El sujeto, de 60 años, quedó imputado formalmente por el homicidio de Milagros Gómez luego de que se extrajera y examinara el proyectil que había quedado alojado el cerebro de la víctima.

El imputado, José Alberto Pinto Barreto, vivía a 70 metros de la casa de Milagros. El imputado, José Alberto Pinto Barreto, vivía a 70 metros de la casa de Milagros.

La bala perdida que mató a la adolescente Milagros Gómez, de 14 años, durante los festejos de Navidad en la localidad bonaerense de Moreno partió de la pistola secuestrada al único detenido por el hecho, quien este viernes quedó imputado formalmente por el homicidio.

De acuerdo al resultado de las pericias balísticas realizadas por expertos de la Policía Científica, el arma de fuego secuestrada a José Alberto Pinto Barreto (60), alias “El Uruguayo”, era apta para su uso y, luego de realizar la autopsia al cuerpo de Gómez, se pudo extraer el proyectil que había quedado alojado en su cerebro y tras cotejarlo se determinó que salió de la pistola del acusado.

Voceros judiciales informaron que a raíz de estos resultados, la fiscal de la causa Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno-General Rodríguez, imputó a Pinto Barreto por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Si bien hasta el último jueves la chica estaba con “muerte cerebral” pero aún con asistencia respiratoria, en horas de la madrugada Gómez falleció en el Hospital Luciano y Mariano de la Vega de Moreno y a partir del deceso la fiscal Pontecorvo recaratuló la causa.

“El Uruguayo”, que vive a 70 metros de la casa de Milagros y que según varios testigos la noche de Navidad salió a disparar un arma como festejo, había sido detenido por la tenencia ilegal de arma de guerra y hoy se negó a declarar ante la fiscal por ese delito, pero el domingo por la tarde deberá ampliar su indagatoria a raíz de la nueva imputación.

Fuentes judiciales informaron que al momento de ser detenido, Pinto Barreto “comenzó a gritar y a decir que nadie sabía quién era el”, en tono amenazante, mientras que después sonrió al momento de ser fotografiado por los efectivos policiales. Por este motivo es que los investigadores sospechan que no fue la primera vez que realizó disparos al aire y esperan el resultado de la prueba de barrido electrónico que se le realizó al acusado para determinar si en sus manos encuentran rastros de plomo, bario y antimonio, los tres elementos que se dispersan ante la deflagración de un disparo de un arma de fuego.

El caso ocurrió durante la madrugada del miércoles, en pleno festejo navideño, cuando Milagros se encontraba junto a su familia y otros menores en el patio de su casa situada en la esquina de Shakespeare y Florencio Varela, de Moreno, y cayó desplomada por un balazo que le ingresó en la cabeza, a la altura de la región temporoparietal izquierda.

“Estaba festejando justo después de las doce, tirando cohetes con los sobrinos chiquitos y de la nada se desvaneció en el piso. Creyeron que era un simple desmayo, pero le hicieron una placa y ahí vieron que tenía una bala en la cabeza”, contó este jueves a la prensa Brian, el cuñado de la víctima.

A partir de los testimonios recolectados por personal de la comisaría 8va. de Moreno, que identificaron a Pinto Barreto como sospechoso, la fiscal Pontecorvo dispuso su aprehensión y en el allanamiento de su domicilio se secuestraron una pistola 9 milímetros, una escopeta, vainas servidas y varias municiones.

“Varios vecinos declararon y dijeron que lo vieron a él vaciando un revólver hacia arriba como en un festejo. Por lo que dijeron, todos los años hace lo mismo”, dijo el cuñado de la víctima sobre el detenido.