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San Miguel Zona Oeste

Liberaron a la tía de Sheila, la nena de 10 años asesinada en San Miguel

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Leonala Ayala, la tía de Sheila, recuperó su libertad este lunes por la madrugada, tras pasar un mes detenida por el asesinato de su sobrina de 10 años en San Miguel. Su marido Fabián González Rojas, en cambio, seguirá en prisión.

 

La medida se produjo porque este domingo venció su plazo de detención y el fiscal Gustavo Carracedo -a cargo de la investigación- no pidió la prisión preventiva.

Sin embargo, la mujer seguirá imputada en la causa y no podrá recuperar aún la tenencia de sus cuatro hijos. Leonela es madre de dos nenas, de 9 y 7 años, y de dos varones, uno de 1 año y otro nacido mientras ella estuvo prisión. Dio a luz el 19 de octubre en la Maternidad Eva Perón, de Malvinas Argentinas, un día después de ser detenida.

Según fuentes judiciales, Leonela -de 25 años- podría ser acusada de un delito menor al de “homicidio agravado por alevosía”, delito que le adjudican hasta ahora.

El cambio se realizaría luego de la declaración indagatoria que realizó el jueves pasado, donde demostró que el domingo que desapareció Sheila no estuvo en su casa entre las 12 del mediodía y las 18. Incluso presentó los informes de la tarjeta SUBE que fundamentan su coartada.

Además, precisó que ese domingo se fue a visitar a un familiar junto a sus hijos, después de haber mantenido una fuerte pelea con su marido, Fabián González Rojas, quien continúa detenido por el crimen de la menor. El fiscal lo considera el autor del “homicidio agravado por alevosía y femicidio” de Sheila.

Sheila desapareció el 14 de octubre último alrededor de las 12 del mediodía, cuando fue vista por última vez jugando con amigos en el predio del barrio Trujui, de San Miguel, donde vivía con su padre.

Tras cuatro días de búsqueda y acusaciones cruzadas entre los padres por quién podía tener responsabilidad en la desaparición, la policía bonaerense halló el cadáver de la niña dentro de una bolsa, en un sector donde los vecinos arrojaban basura, entre dos paredones. La autopsia confirmó que murió por estrangulamiento y que no había sido abusada sexualmente.